sábado, enero 26, 2008

¿Conoces las preguntas que hacen la diferencia? (Autor: Carlos Devis)



¿Cuál es la pregunta que te haces cuando te encuentras ante un problema o una situación difícil?

Tu cerebro es más poderoso que una sofisticada computadora a tu servicio. Él responde con precisión a la forma cómo te hablas a ti mismo y a las preguntas
que te haces.

Si te preguntas:

- "¿Por qué soy siempre tan estúpido?", de inmediato tu mente te dará los argumentos que serán una respuesta satisfactoria.

- "¿Por qué tengo tan mala suerte?", entonces tu mente te recordará todas las razones para sentirte desafortunado. O te enfocará en los aspectos difíciles y desagradables de tu vida.

Si en cambio te preguntas:

- "¿Qué hice mal?" o "¿Cómo hago para no repetir este error?", tu mente te ayudará a encontrar una salida constructiva. Los científicos e investigadores del comportamiento han determinado que las personas que logran mejores resultados se hacen ciertas preguntas ante las situaciones difíciles. Te puedes
hacer preguntas que te debiliten o preguntas que te fortalezcan.

Si ante un problema eliges alguna o varias de las siguientes preguntas, crearás confusión y emociones dolorosas.

Ejemplos de preguntas que debilitan:

- "¿Por que a mí?

- "¿Por qué soy tengo tan mala suerte?"

- "¿Por qué a mí todo me sale mal?"

- "¿Por qué le caeré mal a la gente?"

- "¿Por qué a mí nadie me quiere o me comprende?"

- "¿Por qué a mí me cuesta tanto aprender?"

- "¿Cuánto me durará mi mala suerte?"

- "¿Por qué a mí nunca me tienen en cuenta?"

- "¿Por qué no me valoran?" o "¿Por qué a nadie le importa lo mío?"

Todas éstas son preguntas que te inducen a generalizar o exagerar lo difícil y sobre todo a desconocer o menospreciar tus cualidades y recursos. Además notarás cómo las respuestas a estas preguntas te dificultarán la resolución de cualquier problema y, por encima de todo, generarán en ti autocompasión, aislamiento, culpa y resentimiento. Lo peor de todo es que te sentirás sin poder ante esa adversidad específica.

Si en cambio eliges hacerte preguntas empoderadas o asertivas, tu mente se enfocará en lo que depende de ti, te ayudará a definir tu problema y tus recursos de una manera más constructiva. Estas preguntas te ayudarán a sentirte más fuerte y optimista, con más control en tus resultados.

Ejemplos de preguntas con poder:

- "¿Cómo puedo salir fortalecido de este problema?"

- "¿Qué hice mal?" o "¿Qué error cometí?"

- "¿Cómo puedo ganarme o acercarme a esta persona tan complicada?"

- "¿Cómo puedo ganar el apoyo hasta de los más renuentes?"

- "¿En qué áreas tengo que prepararme mejor?"

- "¿Qué lección me deja este problema?"

- "¿Cómo hago para no repetir el mismo error?"

- "¿Qué cualidades o recursos tengo que me ayudarán a encontrar una salida?"

- "¿Qué tiene de positivo esta situación?"

Te invito a observar el poder de tus preguntas, a estar más conciente de tu propio lenguaje interior y a disfrutar de las diferencias.

Feliz semana.


P.D.: Sólo por hoy elige pensamientos y emociones positivas. Notarás la diferencia.